Vehículos de Recompensa
Desde 1941, G. V. Barabash, profesor de la Academia del Programa WPRA de Mecanización y Motorización, desarrolló al menos 5 variantes de sistemas de recarga mecanizados para vehículos de combate soviéticos. En julio de 1943, propuso su opción más avanzada para la carga de proyectiles, capaz de cargar entre 12 y 18 proyectiles por minuto y que estaba basada en el KV-1S. El tanque recibió una torreta mejorada con dos escotillas en el costado para cargar los proyectiles y una parte trasera mejorada para guardar munición. Los proyectiles también estaban ubicados en un compartimento mecanizado en el fondo del sector de combate, debajo del cañón. Como el mecanismo no estaba completamente automatizado, aún hacía falta llevar un cargador en la tripulación. Representantes GABTU del Ejército Rojo rechazaron las sugerencias del ingeniero sin siquiera probar el mecanismo y, para comienzos de 1944, el mecanismo para cañones de 76,2 mm ya no importaba. Luego de la guerra, G. V. Barabash logró patentar muchas de sus ideas que, más adelante, quizá hayan sido consideradas por la gente que creó los mecanismos de recarga de tanques soviéticos en las décadas de 1950 y 1960.
Este es un vehículo de recompensa. Los vehículos de recompensa tienen estado elite, obtienen más experiencia por batalla, otorgan múltiples bonificaciones, y no necesitan investigación.
Las características especificadas son para vehículos con tripulantes entrenados al 100 %.